El control de esfínteres es una etapa importante en el desarrollo de nuestros hijos, y como cuidadores, tenemos un papel igual de importante que ellos en este proceso. Hay que comprender que el control de esfínteres es un proceso continuo de aprendizaje que requiere paciencia, observación y apoyo constante. Acá te compartimos algunas estrategias para acompañar a tus hijos/as en este camino.
Acompañar y confiar en el proceso
Ver el control de esfínteres como un proceso y no simplemente como un hito que se adquiere de un día para otro, es súper importante. Los/as niños/as pasan de una situación con una conducta refleja a una con conducta voluntaria y controlada. Este proceso implica esfuerzo por parte de ellos/as y un contexto que lo acompañe y motive. Requiere ensayos y oportunidades constantes. No se trata de un cambio instantáneo, sino de un aprendizaje gradual.
El camino no es lineal
Es importante recordar que el progreso en el control de esfínteres no es lineal. No debemos verlo como un camino lleno de fallos y errores, sino más bien como una serie de avances, retrocesos y períodos de meseta. El logro final puede demorar aproximadamente seis meses (puede ser más o menos). Durante este tiempo, habrá un ida y vuelta constante de avances y retrocesos. Lo importante es mantener la paciencia y celebrar cada pequeño progreso.
Estar atentos/as a las señales
Una frase que nos puede acompañar durante este proceso es: “los pañales se dejan, pero con la ayuda adecuada”. La mitad del éxito en este camino está en nuestra capacidad para observar y responder a las señales de nuestros hijos, que a veces no son tan obvias. Estas señales pueden incluir:
- Curiosidad por cómo hacen sus necesidades las mascotas, papá, su compañerito/a o su hermano/a mayor.
- Deseo de usar ropa interior de tela.
- Interés en jugar a hacer pis o caca.
- Preguntar sobre el proceso de ir al baño.
- Señales fisiológicas, como mantener el pañal seco durante varias horas.
Estar atentos/as a estas señales nos permitirá ofrecer el apoyo adecuado en el momento justo.
Evitar comparaciones
Lo mejor que podemos hacer es evitar comparaciones entre nuestros/as hijos/as y otros/as niños/as, como decir: “fíjate que tal a esa edad ya no usa pañales”. Aunque la intención de estas frases pueda ser motivar, suelen generar ansiedad, frustración o culpa en los niños. Compararlos con modelos a los que aún no logran llegar puede provocar conductas evitativas en lugar de motivadoras.
Acompañar a nuestros hijos en el proceso de control de esfínteres requiere paciencia, observación y un enfoque positivo. En el curso “Acompañando el control de esfínteres: estrategias prácticas para el proceso”, Laura Francomano te brinda más información y estrategias que te darán la seguridad que necesitás para poder acompañar y guiar amorosamente a tu hijo/a. ¡Te esperamos ahí!