La introducción de la BLW (Baby Led Weaning o alimentación autorregulada por el bebé) en la dieta de un bebé es un desafío para muchos padres. Cada bebé es único y su proceso de alimentación también lo es. Por eso, vamos a contarte algunas consideraciones que deberías tener antes de introducir alimentos sólidos en su dieta para lograr una alimentación complementaria respetuosa y paciente, centrada en las señales de tu bebé.
Respetar su individualidad
¡Esto es clave! Cada bebé tiene sus propios límites y preferencias cuando se trata de alimentación. Así que es muy importante que respetemos su ritmo y sus necesidades individuales (no importa qué hace su primo o el hijo de). Si un bebé no muestra interés en comer o rechaza ciertos alimentos, ¡no lo fuerces!
Paciencia y organización al momento de la BLW
La alimentación complementaria es un proceso que requiere tiempo y paciencia. Tanto paciencia con él/ella como en el momento de comer (¡puede ser desastroso!). Es normal que haya más suciedad y desorden en esta etapa, pero es importante mantener la calma y organizarse para facilitar su proceso (y el tuyo).
Leche materna o fórmula
Hasta los 12 meses, la leche materna o fórmula es la alimentación principal del bebé. Por eso, es totalmente normal que el bebé rechace, juegue, haga caras ante los primeros alimentos sólidos, ¡está explorando algo nuevo! Disfrutalo, vos sos quien está presentándole un mundo nuevo, ¡nada más lindo que eso!
Qué tener en cuenta para arrancar con la BLW
Existen las llamadas señales de madurez para arrancar con este tipo de alimentación. Es recomendable comenzarla a los 6 meses, ya que es cuando el bebé empieza a mostrar señales de madurez interna y externa, ¿qué son?:
Señales de madurez interna:
–Madurez gastrointestinal e inmune: es una madurez adecuada para lograr un correcto vaciado gástrico facilitando la digestión y la absorción de nutrientes.
–Madurez renal: a los 6 meses la madurez de la función renal permite un mayor manejo de componentes de la alimentación.
Señales de madurez externa:
-Sentarse con el mínimo apoyo, levantar la cabeza y llevar sus manos a la boca.
-Se va perdiendo el reflejo de extrusión/protusión (función de expulsar de la boca, con ayuda de la lengua), es decir, el bebé no debería de tener más el reflejo de tener la lengua hacia afuera.
-El bebé puede estirarse hacia la comida y abrir la boca.
Lo mejor sería esperar hasta tener ambas cosas (los 6 meses y las señales), salvo que haya alguna recomendación puntual, algo específico que nos permita empezar (por recomendación de profesionales).
La alimentación complementaria es un gran paso en el desarrollo del bebé, pero también requiere sensibilidad y atención para notar sus señales. Respetar su individualidad es algo clave para facilitar este proceso, por eso es súper necesario encontrar el enfoque que mejor se adapte a sus necesidades.
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