El inicio en el jardín marca un hito importante en la vida de nuestros hijos y también en la nuestra. Por eso, este proceso puede resultar abrumador, así que voy a dejarte algunos consejos para ayudarte a que la transición no sea tan traumática para nadie.
Consejos para el comienzo del jardín:
- ¡No mientas!
Es súper importante no mentir a los niños sobre lo que les espera en la escuela. Dejar en claro cómo será el día, quién los va a acompañarlos y quién los va a ir a buscarlos al finalizar, esto les brinda seguridad y confianza en el proceso.
- No huyas
La sala es un lugar seguro, no te escapes. Si estás adentro, antes de retirarte te despedís, un saludo cálido (la manito y beso volador sirve), guardemos el upa y abrazos fuertes para el reencuentro, ya que podemos hacerlos durar mucho más.
- Fomentar su autonomía
Si es posible, que el niño ingrese caminando o sea la seño quien lo “tome”, pero idealmente que no lo “arranque” de los brazos del cuidador, esto va a ayudar en el sentirse seguro.
- Expectativas realistas
Es importante ser flexibles en este proceso de adaptación, cada niño tiene su ritmo y lo mejor es acompañar, sin comparar ni presionar. Dejate sorprender y preparate para guiarlo donde más te necesite.
- Comunicación constante
Los aprendizajes sociales deben ser reforzados en casa, por eso es clave que siempre conversen, una buena opción es leer cuentos sobre el comienzo del jardín, esto va a ayudar a generar conversación y en su adaptación en general. Aunque no hable mucho, es importante preguntarle sobre su día y sus emociones: ¿cómo te fue? ¿A qué jugaron? ¿Cómo te sentiste? ¿Qué comiste? Estas pueden ser algunas de esas preguntas que ayuden a la comunicación diaria.
- Proceso gradual
Es importante abordar el proceso de adaptación de manera gradual. Primero enfocarse en que el niño se despida tranquilamente y se sienta seguro, luego en que permanezca en la escuela sin resistencia y finalmente en su deseo de ir. La paciencia va a ser tu mejor aliada.
Algo para recordar sobre el jardín
Es esperable que los niños “demoren” más de los tiempos “establecidos” en la planificación para “adaptarse” al jardín. A veces pasa que sentís que está saliendo todo bien y empieza a resistirse (sí, caen que ya no es tan atractivo alejarse de su familia).
Por último, es esperado también que no compartan un juego ni sea un gran hacedor serial de amigos, sobre todo en los más peques. Pero ¡paciencia! las habilidades sociales se enseñan y se aprenden, y para ello están en el lugar ideal: el encuentro entre pares es el mejor escenario para que suceda.
Así que la paciencia, el amor y el apoyo constante son fundamentales para esta transición. Si tenés dudas o consultas, podés escribirnos y te damos guía, para eso estamos: para acompañar.