Es normal preocuparse cuando un bebé, que solía ser sociable y cómodo con extraños, de repente muestra descontento cuando sus figuras de referencia (mamá/papá) no están cerca. Esta fase, conocida como la "angustia de los 8 meses", no implica un retroceso en su desarrollo ni autonomía.
¿Qué está sucediendo?
Tu bebé está creciendo. Y las herramientas que usaba para comprender el mundo están cambiando diariamente. Esto hace que su entorno parezca diferente y pueda generar ansiedad e inseguridad. Para calmarse, el bebé recurre a las personas que le brindan calma y seguridad.
En esta etapa, el bebé comienza a reconocerse como una persona independiente, diferenciándose de sus cuidadores. Esta nueva conciencia de sí mismo también puede generar ansiedad, lo que incrementa su necesidad de contacto y presencia de sus cuidadores para sentirse seguro.
¿Cómo podemos acompañar la angustia?
Acompañar a tu bebé durante esta fase requiere paciencia y amor. Acá te dejamos algunas sugerencias para ayudar a tu bebé a través de esta etapa:
- No te vayas a escondidas para evitar el llanto. Despedirse y reencontrarse es parte del crecimiento. Anticipale que te vas y asegurale tu regreso. Por ejemplo: "Me voy a trabajar, cuando te despiertes de tu siesta nos reencontramos".
- Jugá a las escondidas con tu bebé. Podés esconderte vos, esconder juguetes o incluso esconder al bebé. Estos juegos ayudan a desarrollar la comprensión de la permanencia de los objetos.
- Jugá al típico juego de esconderte detrás de una manta o sábana sin salir físicamente de la escena. Este juego es reconfortante y divertido para los bebés.
- Si estás regresando al trabajo y tu bebé tiene alrededor de 8 meses, es importante que la persona que quede a su cuidado anticipe y acompañe el proceso de manera gradual.
- Es probable que el sueño de tu bebé se vea afectado. Tratá de mantener buenos hábitos y evitá incorporar nuevos que no estés dispuesto a mantener a largo plazo. Aunque algunas familias recurren al colecho durante esta etapa, es importante considerar si este hábito es un deseo genuino, ya que volver a las “reglas” anteriores puede ser difícil.
La angustia de los 8 meses es una fase normal y pasajera en el desarrollo de tu bebé. La clave es tener paciencia, brindar acompañamiento y ser consistente. Recordá que cada bebé es único y puede atravesar esta etapa con diferente grado de incomodidad. Con amor y comprensión, vas a poder ayudar a tu bebé a sentirse seguro y confiado en su proceso de crecimiento. Si tenés dudas del proceso o cómo lo estás manejando, siempre podés escribirnos para que te guiemos.