Si sos mamá de un bebé menor de 6 meses, seguramente te habrás preguntado si las siestas de tu pequeño son demasiado cortas o si deberían durar más. ¡Tranquila! Es completamente normal que las siestas en los primeros meses varíen mucho en duración, y esto no debería ser motivo de preocupación.
¿Cómo funcionan las siestas en los primeros meses?
Hasta los 6 meses, las siestas pueden durar desde 20 minutos hasta 2 horas y esta variabilidad es totalmente esperable. Recién después de los 6 meses, las siestas comienzan a consolidarse, la primera del día es la que se estabiliza primero.
Es importante entender que el desarrollo del sueño sigue un orden natural:
- Primero se organiza el sueño nocturno.
- Luego, se consolidan las siestas diurnas.
Esto significa que en los primeros meses, las siestas cortas son una etapa normal del desarrollo.
¿Qué podés hacer para mejorar las siestas?
Aunque no podés controlar cuánto tiempo duerme tu bebé en cada siesta, hay estrategias que pueden ayudarte a que sean más reparadoras y predecibles:
- Ofrecé las siestas en los momentos adecuados
Estar atenta a las señales de sueño de tu bebé es clave. No dejes que pase demasiado tiempo despierto entre siestas para evitar el sobrecansancio. En bebés menores de 3 meses, la ventana de sueño es de entre 45 y 90 minutos. Superar este tiempo puede dificultar que tu bebé se relaje y se quede dormido. - Extendé las siestas si es posible
Si tu bebé se despierta después de una siesta corta, pero parece seguir cansado o fastidioso, intentá dormirlo de nuevo. Podés hacerlo en brazos, con un fular o de la manera que les resulte más cómoda. Muchas veces, con un poco de ayuda, logrará dormir un ratito más. Acá te dejo 3 claves para lograrlo. - Evitá la sobreestimulación
La sobreestimulación puede dificultar que tu bebé se relaje lo suficiente como para conciliar el sueño. Esto incluye:- Pasarlo de brazo en brazo.
- Exponerlo a juguetes con luces y sonidos intensos.
- Estar en ambientes con mucho ruido o movimiento.
- Reducí estos estímulos y creá un ambiente tranquilo para facilitar el descanso.
- Facilitá las siestas de la tarde
Las últimas siestas del día suelen ser las más complicadas. Si notás que a tu bebé le cuesta dormir a esa hora, usar un fular o portabebés puede ser una excelente solución. El contacto físico no solo lo calma, sino que también fomenta un vínculo emocional cercano.
El contacto físico: clave en los primeros meses
En esta etapa, los bebés necesitan mucho contacto físico con sus cuidadores. Este vínculo cercano no solo los ayuda a relajarse y dormir mejor, sino que también fortalece la conexión emocional con vos. No dudes en ofrecerle todo el contacto que necesite: abrazos, caricias y tiempo en brazos siempre serán bienvenidos.
Conclusión
Las siestas cortas e irregulares son una etapa completamente normal en los primeros meses de vida. No te preocupes ni te frustres si los horarios no son predecibles todavía. Con el tiempo, las siestas se irán consolidando naturalmente.
Mientras tanto, disfrutá cada momento con tu bebé. Esta etapa pasa rápido, y lo más importante es estar presente, brindar cariño y acompañarlo con paciencia. ¡Tu bebé lo está haciendo genial, y vos también! Si en algún momento sentís que necesitás apoyo y guía, podés escribirnos.