El sueño de los bebés desempeña un papel crucial en su desarrollo físico y cognitivo, pero existe un aspecto que suele ser subestimado por las madres y padres: el impacto de la luz en la calidad del sueño de sus bebés. En este artículo, vamos a contarte por qué tapar bien las ventanas podría garantizar un sueño más tranquilo para los/as bebés y una hora (o más) de sueño para vos.
Sensibilidad a la luz en bebés
Los/as bebés tienen una sensibilidad visual única, sobre todo en los primeros meses. La exposición a la luz, como a la oscuridad, ayudan a regular el sueño. Sin dudas la luz es la señal más potente que tu bebé puede recibir para sincronizar su ritmo circadiano (su reloj biológico interno). Y (como te habrás dado cuenta), a la mañana temprano, el primer asomo del sol ya los/as hace despertarse (y despertarte).
¿Qué hacer para que no pase eso?
Tapar bien las ventanas para mejorar la calidad del sueño
La luz del sol puede filtrarse a través de las ventanas y cortinas si son muy claras o no cubren por completo la ventana. Esto interrumpe el sueño del bebé, por eso es necesario elegir cortinas o persianas opacas para bloquear la luz. Algunas de mis seguidoras me compartieron sus métodos más caseros: cartulina negra y cinta, ¡problema resuelto! Sus bebés duermen un rato más y ellas también.
Así que ya sabés, cubrí cada pedacito de la ventana que tu cortina no llega o buscá la forma que encuentres para que no entre luz en la habitación.
Además, esto no es solo para que duerman un poquito más, sino que también, una buena calidad del sueño en tu bebé y un espacio seguro, contribuye a su desarrollo cognitivo.
Rutina del sueño
Crear una rutina de sueño consistente es fundamental. Es muy importante mantener la habitación oscura y tranquila para promover el sueño saludable. Recordá mantener el ambiente fresco.
En los primeros meses de vida es difícil que hagan tirones de sueño más largos porque (más allá de tener que despertarse para comer frecuentemente) los/as bebés buscan mucho contacto, están formando el vínculo de apego.
Así que, si estás transitando esos primeros meses, te dejo unos TIPS:
Apuntá siempre a dormirlo/a en su momento óptimo, que no esté excesivamente cansado/a.
- Practicá acostarlo antes que se quede completamente dormido. ¡Es una práctica! No sale el primer ni segundo día (en general). Mucha, mucha paciencia.
- Si después de un ratito dormido/a notás que se despertó, no salgas corriendo, porque quizás solo estaba haciendo ruiditos y vuelve a dormir.
- Introducir un objeto de apego puede ayudar.
¡No hay soluciones mágicas! Solo paciencia y trabajo en equipo.
Siempre que sientas que necesitás guía de profesionales, podés consultar con nuestro equipo y te vamos a acompañar en el proceso.