Importancia de subirse a la “ola de sueño”

Muchas mamás me cuentan que les resulta muy difícil que sus bebés duerman siestas.

Muchas mamás me cuentan que les resulta muy difícil que sus bebés duerman siestas. La situación que me relatan sería la siguiente: los notan irritables, fastidiosos, lloran y en ese momento se dan cuenta que deben dormir, pero el proceso para que logren dormirlos termina siendo agotador y muchas veces fallido. Pero por qué sucede esto?

Cuando un bebé muestra sus primeras señales de sueño (por ejemplo, frotarse los ojos, perder atención en lo que hacía o tirarse de las orejas) es el momento oportuno para comenzar a bajar los decibeles y la intensidad de las actividades que venía haciendo: terminar el juego, llevarlo a un ambiente tranquilo, sin estímulos, relajarlo y allí intentar que duerma (en lo posible en oscuridad).

Si esperas al momento en el cual “llora de sueño” y está muy fastidioso significa que estás llegando tarde. El llanto es una señal tardía de sueño, no esperes a esa señal para dormirlo.

Estar atenta a las señales de sueño que tu hijo  te muestra (y a sus ventanas de sueño) hace la gran diferencia entre una buena siesta y siesta fallida: es subirse a la ola en el momento que está iniciando versus surfear una ola cuando ya está alta.

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