En la crianza de los niños, es clave entender la comunicación y la conducta, ya que la primera va más allá de las palabras y la segunda también es una forma de expresión. Por eso, vamos a definir estos dos aspectos clave (e inseparables) para la crianza de tus hijos/as.

Comunicación

Algo que necesitás saber es que la comunicación no se limita al lenguaje oral, sino que abarca cualquier forma de transmisión de mensajes, ya sea verbal o no verbal. Es un gran error pensar que los bebés no se están comunicando si no hablan: desde gestos y expresiones faciales hasta el llanto y las vocalizaciones, los bebés se comunican constantemente con vos y su entorno.

Conducta 

Por eso decimos que comunicación y conducta son inseparables, porque las acciones también son una forma de comunicación. Cada comportamiento, incluso los pensamientos, pueden ser interpretados como mensajes. Por eso, es necesario que modifiquemos la forma en la que calificamos los comportamientos: buenos o malos. En lugar de juzgar, es más útil hablar de conductas adecuadas o no adecuadas. Vamos a ver las diferencias.

Conducta funcional vs. disfuncional

La conducta funcional es aquella que se ajusta al contexto, la madurez de la persona y la demanda que la motiva. Por ejemplo, pedir ayuda cuando se necesita, guardar los útiles después de usarlos o alejarse del conflicto para calmarse son conductas funcionales que pueden variar según la edad y la situación.

Por otro lado, la conducta disfuncional es aquella que no se ajusta al contexto y puede ser disruptiva. Ejemplos de esto incluyen los "berrinches", romper cosas en momentos de enojo o aislarse cuando al enfrentar una situación desafiante.

Contextualizar es importante en la comunicación

Es súper importante comprender que no existen los comportamientos "buenos" o "malos" de manera absoluta. Toda conducta debe ser analizada en relación con el contexto en el que ocurre. Lo que puede ser considerado como una conducta funcional en un contexto puede ser disfuncional en otro. La edad, la madurez y las circunstancias específicas siempre deben ser consideradas al evaluar la conducta de un/a niño/a.

En la crianza de los/as niños/as, es clave adoptar una perspectiva amplia sobre la comunicación y las conductas. Reconocer que la comunicación va más allá de las palabras y que las acciones también son una forma de expresión nos ayuda a comprender mejor las necesidades y emociones de nuestros hijos. 

Al enfocarnos en fomentar conductas funcionales y comprender su contexto, podemos promover un ambiente de crianza positivo y enriquecedor para su desarrollo. Si te gustaría aprender más sobre este tema, lo vemos en el curso “Tips y estrategias para acompañar a nuestros hijos: berrinches, sueño y mucho más” para niños/as desde 20 meses hasta 6 años. ¡Nos encontramos ahí!